Un aniversario siempre amerita celebración y los integrantes de la APCCA, Asociación Peruana de Chefs, Cocineros y Afines, tienen una forma muy particular de festejar el Día Internacional del Chef. Ellos han abandonado la costumbre de gratificarse cada 20 de octubre asistiendo a una fastuosa cena celebratoria –que fácilmente costaba 200 dólares por persona— y, en su lugar, han optado por compartir un almuerzo solidario con toda una población del interior del Perú que esté necesitando algún tipo de ayuda, en el marco de sus campañas humanitarias “Chefs Unidos Contra el Hambre” y “Cocineros Sin Fronteras”.
APCCA –Asociación Peruana de Chefs, Cocineros y Afines— es una organización no política y sin fines de lucro, que fue fundada en 1999 por 35 maestros de la cocina y que hoy tiene 560 asociados. La APCCA www.apccaperu.org, presidida por Agustín Buitrón Baca, visionario Chef Ejecutivo y docente de la Universidad de San Martín de Porres, es representante oficial en el Perú de las entidades culinarias más importantes a nivel mundial, como son la Asociación Mundial de Sociedades de Cocineros (WACS por sus siglas en inglés) www.wacs2000.or y el Foro Panamericano de Asociaciones Gastronómicas Profesionales foropanamericano.net
Chef Ejecutivo Agustín Buitrón Baca, Presidente de APCCA
Su labor filantrópica se inició en el año 2010, cuando obsequiaron un almuerzo para 2500 pobladores de Huacarpay, en el distrito de Lucre, provincia de Quispicanchi, departamento de Cusco; en el 2011 hicieron similar labor en el distrito arequipeño de Quequeña, preparando almuerzos para 1200 personas. Este año, el Día Internacional del Chef –20 de octubre— lo celebraron en Tamburco, distrito abanquino fuertemente castigado por las intensas lluvias caídas en los primeros meses del año. En ese lugar prepararon y sirvieron el tradicional Tallarín hecho en casa a 2000 personas reunidas en su plaza principal. Asistí a ese evento y comparto lo vivido allí, porque es un ejemplo que merece imitarse.
Vida y naturaleza en Tamburco
Poco tiempo atrás, cuando hice mi primer viaje a la ciudad de Abancay –capital de la región Apurímac—, recorriendo sus principales calles llegué al emblemático jirón Arenas y vi una estatua de Micaela Bastidas Puyucahua. Me sorprendí cuando mi enterado anfitrión y guía me comentó, señalando la estatua: “Nació en Tamburco y le decían ‘la zamba’, por la ascendencia africana de su línea paterna”. Yo desconocía este último dato, no consignado en los textos de historia con que estudié. ¡Viajar siempre enriquecerá el conocimiento!
Tamburco estuvo en los titulares mediáticos a principios de año cuando su población fue seriamente afectada por los deslizamientos de lodo y piedras, causados por las abundantes lluvias registradas en febrero y marzo. Por ese motivo fue elegido distrito sede 2012 del almuerzo solidario de la APCCA. Y a Tamburco llegaron chefs nacionales e internacionales, alumnos de la Universidad Tecnológica de los Andes (UTEA), Escuela de bar, hotelería y gastronomía Mixology (Abancay), Escuela de Cocina Manos Latinas (Arequipa), CEVATUR (Arequipa) y Universidad de San Martín de Porres (Lima); todos con la única meta de unir conocimientos culinarios y preparar el plato bandera de Abancay: el Tallarín hecho en casa, pasta de origen europeo que, curiosamente, se prepara desde hace más de cien años hasta en los hogares más humildes de la provincia.
Yo también fui parte de los visitantes llegados para ese evento y encontré una población ordenada y progresista. Su alcalde, Fernando Zúñiga Gutiérrez, es una autoridad diligente, con capacidad de respuesta ante las eventualidades que afectan a su distrito. Es muy dinámico y servicial. Desde muy temprano lo vi, con jean y zapatillas, trabajar en el armado del gigantesco y ocasional comedor, solucionando carencias de último momento para que todo quedara listo, tanto para la atención a los comensales como para la presentación de los números artísticos locales. Volví a verlo más tarde, a la hora de la ceremonia de reconocimientos; estaba con ropa muy formal, pero igualmente asequible.
Celebrando en grande
Cuando hay decisión y voluntad para hacer labor social, formas de lograrlo nunca faltan. El diecinueve de octubre, en Tamburco, la gente de la APCCA, organizada en cinco brigadas conformadas por chefs peruanos y extranjeros, cocineros y estudiantes de gastronomía, hizo turnos para trabajar ininterrumpidamente durante 36 horas. Así, al mediodía del veinte de octubre –Día Internacional del Chef— 200 kilos de tallarines artesanales, preparados al más puro estilo abanquino, estaban listos para llegar a las mesas con acompañamiento de salsa a la Boloñesa con receta estándar; mil litros de aromática chicha morada terminaban de enfriarse; dos mil porciones de limeñísimo arroz con leche empezaban a ser colocadas en envases. ¡Bien se podría decir que la mesa estaba servida!
¡Ya es hora de servir!
¡Y fue así! En la Plaza Mayor de Tamburco, bajo un sol abrazador y protegidas por sendos toldos, largas mesas ya acogían a invitados de colorida vestimenta regional, que esperaban disfrutar del almuerzo solidario, que este año tenía como protagonista al famoso Tallarín hecho en casa. ¡Era la hora de la verdad y había que poner el hombro! Autoridades representativas como el Presidente del Foro Panamericano de Asociaciones Gastronómicas Profesionales, chef Gustavo Méndez Graciano, el Director de DICETUR Apurímac, Lic. Juan José Godoy Becerra, el Alcalde de Tamburco, Fernando Zúñiga Gutiérrez, la Directora de la Escuela de Gastronomía, Turismo y Hotelería de la Universidad Tecnológica de los Andes, Mg. Carolina Soto Carrión, y miembros de la APCCA, haciendo las veces de competentes mozos, atendieron sin demora a los ocasionales comensales.
Algunas cosas que debo resaltar, porque hablan de la existencia de valores: nadie tuvo subsidio alguno, todos cubrieron sus propios gastos. En el caso de los estudiantes es doblemente meritorio porque invirtieron dinero y tiempo; los alumnos de la Universidad de San Martín de Porres tuvieron un bello gesto adicional, sorpresivamente celebraron La Hora Loca, haciendo cantar y bailar a los niños y obsequiándoles presentes; los chefs internacionales dejaron de lado los compromisos comerciales y vinieron para apoyar, lo que enseña que el lucro no tiene que ser el norte de un chef exitoso.

Una foto para el recuerdo
Como se estila, a la hora de los postres, se dio el momento de los reconocimientos a quienes hicieron posible la realización de este tercer almuerzo solidario de la APCCA. En una emotiva ceremonia hubo entrega de distinciones, de presentes y —cómo no— la incorporación de Miembros Honorarios a la Asociación Peruana de Chefs, Cocineros y Afines. También fui distinguida con tales honores y dejo sentada mi sorpresa: no considero haber hecho algo especial, solo me gratifiqué siendo parte de una callada campaña solidaria que merece ser imitada. Si con mi labor periodística aporté algo, me doy por bien reconocida.
El almuerzo de la APCCA había terminado, pero la fiesta no. Empezó a sonar fuerte un invitante carnaval abanquino y, cumplido con éxito el reto de este año, todos nos dejamos envolver por su magia y a bailar –o en algunos casos, aprender a bailar— los hermosos carnavales y a prometernos regresar a esta hermosa tierra, para el próximo carnaval 2013.
Dios mediante, el próximo 20 de octubre, Día Internacional del Chef, volveremos a reunirnos en otro de los almuerzos solidarios de la APCCA. ¡Hasta entonces!
¡Tarea cumplida! ¡Vamos a bailar!
Dios mediante, el próximo 20 de octubre, Día Internacional del Chef, volveremos a reunirnos en otro de los almuerzos solidarios de la APCCA. ¡Hasta entonces!






